Cultura
Publicado el Martes, 09 de Julio del 2019

La música y el juego permiten un desarrollo más integral

El objetivo es que los escolares vayan a su centro educativo con una sonrisa y no quieran regresar a su casa
La música y el juego son herramientas indispensables para desarrollar las potencialidades de los niños, según lo indicó Percy Carlos Morante Gamarra, docente de la escuela profesional de Educación Primaria e Inicial de la Universidad Nacional Pedro Ruiz Gallo (UNPRG).
 
En especialista mencionó que a pesar de los avances tecnológicos, la educación en el Perú continúa siendo tradicional. Por ello, considera que los maestros deben utilizar estrategias orientadas a reforzar el pensamiento creativo de los menores.
 
El objetivo es que los escolares vayan a su centro educativo con una sonrisa y no quieran regresar a casa porque lo están pasando muy bien y aprendiendo, pero muchas veces, el docente se siente limitado, presionado por cumplir con los requisitos que le pide el Ministerio de Educación (MINEDU).
 
Percy Morante, quien ganó en tres oportunidades el Concurso Nacional de Educación ‘Horacio’. De los cuales, en el 2003 ocupó el primer lugar con su proyecto “Si todos los niños cantaran”, considera que la música, el juego y demás actividades artísticas si se saben utilizar contribuyen al aprendizaje de los niños pues hacen las clases más dinámicas.
 
Para ello, los docentes deben tener la cualidad de observación y a partir de allí, de esa necesidad investigar, profundizar, proponer métodos, herramientas y materiales para luego compartirlos con los demás. “La única manera de mejorar la educación es dejar de ser receptores”, manifestó.
 
Estas estrategias también permitirán influir en la educación inclusiva, teniendo en cuenta que los niños y adolescentes con habilidades diferentes desarrollan otros talentos, los cuales pueden ser reforzados a través del arte.
 
Morante Gamarra, quien recibió la condecoración de Palmas Magisteriales de Maestro en el 2017, invitó a los docentes de educación inicial y primaria a dejar pensar de manera diferente y dejar volar su imaginación. “No se trata de buscar reconocimiento, el mejor aplauso es de los niños”, culminó.
 

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