Funcionarios y trabajadores de la Dirección Ejecutiva de Salud (DESA) realizaron un pasacalle conmemorando el “Día contra los ruidos molestos”, los cuales generan diferentes enfermedades entre los pobladores y algunas veces son los culpables del estrés y mal humor que tienen a diario los ciudadanos.

 

El director de la DESA, Luis Terán Bazán, manifestó que esta pequeña movilización es para hacer entrar en razón a las personas que tienen a la mano un objeto que causa sonidos fuertes a ser concientes y no hacerlos sonar indiscriminadamente, pues están afectando a su prójimo y posiblemente perjudicando su salud.

 

Mencionó que actualmente en la ciudad existen varias ordenanzas municipales que prohiben realizar sonidos demasiado fuertes, pero las mismas no son aplicadas por los trabajadores de la comuna, por lo que hace un llamado a los funcionarios a poner en funcionamiento estas órdenes para poder tener calles un poco más apacibles.

 

Aseveró que los más afectados por este problema son los niños y las personas ancianas, quienes pueden llegar a desarrollar cuadros de estrés muy marcados y también transtornos de ansiedad, lo que llevaría a desencadenar, posteriormente problemas mayores y en muchos casos sin solución.

 

Por otro lado hizo recordar que nuestro país es uno de los pocos en donde la bocina vehicular se utiliza indiscriminadamente, cuando solamente debe ser tocada en casos de emergencia, pero se ha vuelto una costumbre que ese sonido se pueda escuchar en cualquier esquina de la ciudad.

 

Otro de los propagadores de sonido indiscrinado son las personas que venden productos en triciclos y van anunciándolos con un megáfono a muy alto volumen, uniéndose a ellos los mototaxistas, quienes ponen el volumen de sus radios al máximo y perturban la tranquilidad de las personas que se encuentran muy cerca a ellos.

 

Indicó que aunque no manejan estadísticas, pues las mismas son exclusivas de la MPCh, si pueden reconocer que la problemática crece conforme pasan los días y espera que esta situación pueda cambiar de manera drástica en el menor tiempo posible.

 

Pero si el ruido, además de producir la sordera y otros daños en el oído, ocasiona trastornos físicos y psicológicos en el organismo humano, en el ámbito laboral puede llegar a crear un ambiente bastante complicado entre los trabajadores, por lo que se debe tratar de controlar los decibeles recomendados por entidades de salud.