Gritos, lágrimas y un gran susto fue lo que se llevaron algunos clientes de la agencia del Banco de la Nación ubicada en la cuadra seis de la calle Juan Cuglievan, cuando un grupo de “delincuentes” llegó hasta el lugar para asaltar la entidad; mientras tanto, los efectivos policiales hacían lo suyo para detenerlos. Todo esto respondía a un simulacro efectuado por las fuerzas del orden, pero quienes se encontraban al interior de la agencia desconocían que dicha actividad era un ejercicio policial.

La situación se puso más tensa cuando los efectivos policiales supuestamente encararon a los “delincuentes” como parte de la simulación. No obstante, los transeúntes que se encontraban en los alrededores y también las personas del interior, no conocían el trabajo policial y pensaban que era un hecho real.

Luego de varios minutos de tensión, los falsos delincuentes fueron reducidos y subidos a un patrullero, pero mientras los policías aplaudían su accionar, muchas personas lloraban al interior de la agencia bancaria y a pesar que se les explicó que era un simulacro muchos de ellos se molestaron por este ejercicio sorpresa.

Varias personas felicitaron la preocupación de la Policía por actualizar sus tácticas para proteger a la población, pero precisaron que no debería ser a costa de la seguridad emocional de quienes se encuentran en el lugar, ya que varias personas mayores se pusieron muy nerviosas, sufriendo falta de aire. Afirmaron que pudo haberse originado un desenlace lamentable.Según el parte policial, varias unidades actuaron en el simulacro, el cual tenía como objetivo implementar el “Plan Cerco”.

Tratamos de comunicarnos con el jefe de la región policial, general PNP Julio Díaz Zulueta, para que brinde las explicaciones del caso sobre esta actividad, pero no respondió a las llamadas.

Cabe resaltar que este es el segundo simulacro que se realiza en el Banco de la Nación, con presencia de público.

Ante ello las personas que sin querer participaron en la actividad, indicaron que para una próxima vez debería hacerse previo aviso para que las personas no sientan ningún temor. O en todo caso tomar en consideración la presencia de adultos mayores y niños que acuden con sus padres.