Regional
Publicado el Viernes, 26 de Junio del 2020

Gobierno debe mirar al campo afectado por la pandemia

Demandan al Gobierno Central la creación de un sistema autónomo que atienda las necesidades de nuestra actividad agropecuaria y forestal.
Al celebrarse el Día del Campesino en el Perú, la Asamblea de Delegados de Organizaciones de la Sociedad Civil de Lambayeque (ADOSCIL) Lambayeque, demandó a los gobiernos central, regional y local, cumplir con la ley de la agricultura familiar y crear los mecanismos accesibles para la compra de su producción. Señala que si no se atiende este sector, también se pone en peligro el suministro de productos agropecuarios para la población y la agroindustria peruana.
ADOSCIL, ha tenido una posición directa, firme y clara en defensa de los campesinos de nuestro país, al celebrarse un nuevo año del Día del Campesino.
Ha destacado el compromiso de los campesinos con el país al mantenerse activos, a pesar del peligro existente por la pandemia del covid-19. “Para ellos la tierra está ligada a su existencia misma como seres humanos, la solidaridad es una manifestación profunda de amor y servicio con los más débiles”, ha señalado ADOSCIL.
Indica no entender por qué los Gobiernos han convertido a los campesinos en una población invisibilizada, ignorada de cualquier ayuda y progreso, sin caminos ni vías para hacer llegar sus cosechas a los mercados.
Y lo que es peor, “sin apoyo crediticio y con atraso tecnológico, que en las actuales circunstancias pone en riesgo la cosecha 2020-2021 con peligro de desabastecimiento de alimentos, haciéndose cómplice de la ganancia y usura del intermediario o monopolio”.
Son más de 2 millones de familias, es decir más de 10 millones de personas que se dedican y dependen de la producción agropecuaria y que integran el estamento de la pequeña agricultura familiar, sea como productores directos a través de la agricultura familiar o bien como trabajadores asalariados del agro.
La ADOSCIL a través de su coordinador regional, Jorge Alarcón Gasco, exhorta a los gobiernos central, regional y local, “a cumplir la ley de la agricultura familiar, crear mecanismos accesibles para la compra de su producción, poner atención a las necesidades de este sector clave y garantizar la seguridad alimentaria de nuestra población y sus territorios”.
Y es que como consecuencia de la situación de emergencia, en el marco de la lucha contra el covid 19, se ha agravado las condiciones productivas críticas tradicionales de la pequeña agricultura familiar, básicamente por la falta de capital de trabajo.
“Los ha hecho más vulnerables económica y socialmente, por lo que se requiere atender prioritariamente la pequeña agricultura familiar en tanto no solamente se pone en riesgo la salud de este segmento, sino también se pone en peligro el suministro de productos agropecuarios para la población y la agroindustria peruana”, sostiene.
Asimismo, exige al Gobierno central la creación de un sistema autónomo que atienda las necesidades de la actividad agropecuaria y forestal, proteja los bosques de la deforestación y defienda la biodiversidad de los efectos nocivos que trae la tala ilegal y el tráfico de tierras con fines inmobiliarios.
SITUACIÓN
La agricultura familiar en el Perú representa el 97% del total de las unidades agropecuarias y más del 83% de los trabajadores agrícolas realizan esta actividad. La pobreza en el área rural afecta aproximadamente al 42.1% de la población. Del total de población pobre, el 51.4% son mujeres y el 48.6% son hombres.
Según grupos de edad, el 43.2% de los pobres son niñas, niños o adolescentes (menores de 18 años de edad); el 13.9% tiene de 18 a 29 años; el 23.5% de 30 a 49 años; el 7.6% tienen entre 50 a 59 años y el 11.9% son adultos mayores (60 y más años de edad).
Del total de la población pobre, el 27.7% tiene como lengua materna una lengua nativa (quechua, aimara u otra lengua nativa de la Amazonia) y el 72.3% al Castellano.
 
 

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