Internacional
Publicado el Viernes, 03 de Julio del 2020

Alemania disuelve una unidad de élite de su ejército

Un soldado del Ejército alemán en Afganistán.
Antes de marcharse a Bruselas a presidir la Comisión Europea, la exministra alemana de Defensa, Ursula von der Leyen, reconocer la presencia de ultraderechistas en el Ejército alemán es mayor de lo que se sospechaba y aconsejar que se deja un trabajo de limpieza a medio hacer: 280 investigaciones abiertas y el desmantelamiento de una red de extrema derecha infiltrada en la Bundeswehr que planeaba incluso atentar contra varios políticos.
 
La ministra actual, Annegret Kramp-Karrenbauer, ha decidido poner fin al asunto y ha tomado una decisión tan drástica como ejemplarizante: disolver la unidad de élite, la KSK. «No puede continuar bajo su forma actual», dijo el martes, «tiene que ser modificado en su estructura y en su composición e integrarse mejor en la Bundeswehr».
 
El informe del Ministerio de Defensa presentado ante el Parlamento alemán, con el que justifica la medida, recoge como último incidente la detención en mayo de uno de los miembros de la KSK, que había ocultado explosivos, armas y municiones sustraídos al Ejército en el jardín de su casa y se hallaba en posesión de parafernalia nazi.
 
Este cuerpo de las fuerzas especiales es acusado en el informe de haber separado demasiado del Ejército, lo que ha favorecido la emergencia de los líderes tóxicos y la difusión de las ideas extremistas. Con carácter de inmediatez, la segunda compañía de la KSK, donde aparentemente se concentrará la raíz del problema, será disuelta sin ser reemplazada.
 
La unidad de élite solo conservará desde ahora tres compañías y no participará en ejercicios ni misiones internacionales hasta que no haya mar consumido su renovación.
 
El Ejército alemán emplea a cerca de 180,000 personas y es evidente que se trata de casos aislados, pero «solo un caso ya es demasiado», como ha declarado el portavoz adjunto del Ministerio de Defensa, Boris Nannt.
 
Además, los mandos permitieron que a sus espaldas se fraguasen aviones tan abyectos como el destapado por la Fiscalía General alemana en 2017, cuando presentaron pruebas del rebuscado intento de creación de un grupo terrorista en el seno del Ejército.
 
 

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