En el mes de la Patria los héroes a los que admiramos son médicos, enfermeras, policías y maestros, que día a día procuran seguir cuidando de los peruanos, cada uno desde su frente de batalla, expresan estudiantes.

 

Corresponsal escolar: Noemi Sarai Acosta Sandoval.-En mi pueblo de Ferreñafe, a inicios de esta pandemia nuestra gente no le dio la importancia respectiva, las consecuencias fueron terribles. Pues todo se tradujo en tristeza por el fallecimiento de muchos maestros, policías, comerciantes, amigos y personas conocidas, sumiendo en la tristeza a numerosas familias. Hoy las calles y los parques de mi querido Ferreñafe lucen vacías, la gente se queda en su casa habiendo tomado conciencia de esta responsabilidad en mantener la cuarentena y siguiendo las recomendaciones de los entendidos en este tema.

 

Además, mucha gente se ha quedado sin empleo, no tienen como solventar su alquiler de casa y obtener alimentos. En medio de esta realidad, triste para muchos de mis paisanos, quiero expresar mi reconocimiento y agradecimiento a la Policía Nacional del Perú, al Ejército Peruano, por salir a las calles y exponer su vida, para cuidarnos, igualmente al equipo Médico que a pesar de sus recursos mínimos y precarias condiciones viene atendiendo a la población; asimismo, agradecer y reconocer la labor de los maestros y maestras que nos orientan con la educación remota, para que todos mis compañeros continuemos con la formación integral dentro siguiendo la estrategia Aprendo en Casa.

Muchas son las historias que hoy salen a la luz, como la de Rubén Pizarro, médico de profesión especializado en geriatría, cuida la vida de vulnerables ancianos, que han sido lo más propensos a contraer la COVID-19. Así, como él, miles de médicos, enfermeras, policías y otros servidores públicos, que, a pesar de sus propios problemas, desde el lunes 16 de marzo, -día que se inició la cuarentena en nuestro país-, están haciendo hasta lo imposible para vencer en esta guerra contra el coronavirus. Su trabajo en estos meses de pandemia les ha cambiado la vida. Lo más doloroso de su experiencia lo vive cuando regresa a casa y no poder abrazar a su hija en forma inmediata, como estaba acostumbrado. Antes, debe desinfectarse y postergar la alegría de un abrazo, de un beso, a su hija que no entiende sobre protocolos de salud.

El día en que Rubén me contó sobre su experiencia, me dijo cuánto debe desinfectarse, después de su trabajo para poder abrazar a su hija, sin miedo, y decirle “no te acerques, espera, papito no te puede dar un abrazo, un beso”, le parte el alma. Me narró que el proceso, le tomaba unos 40 minutos. Los héroes también lloran, y no podría ser de otra manera, porque son humanos. Sin embargo, gracias a ellos, estamos resistiendo, estamos conteniendo al virus.

 

Sumado a esta realidad, son ya varios policías los que han muerto, contagiados en el cumplimiento del deber, condenados mientras cuidan de otros. La mayoría de peruanos estamos en casa, pero ellos están frente a frente con el virus. Y aunque tienen miedo no abandona. ¿Bastará para agradecerles con que el presidente Vizcarra los haya llamado héroes?; más que aplausos queremos que se queden en sus casas, cumpliendo una cuarentena voluntaria, porque la pandemia no se ha ido, responden ellos. Piden poco, ¿no les parece?...

En estas fiestas patrias, valoremos la labor de estos personajes que se han convertido en los nuevos héroes del Perú. La pandemia pasará y el Perú resurgirá si todos nos solidarizamos unos con otros