En los últimos días, diversas han sido las preocupaciones de los defensores del patrimonio arqueológico en el distrito de Pátapo debido al riesgo de destrucción y desaparición total de la zona donde en épocas prehispánicas funcionó un taller de alfarería perteneciente a las culturas Lambayeque-Chimú.

 

La Asociación Pro Pátapo y el conocido defensor del patrimonio arqueológico de Pátapo, Francisco Díaz Núñez, lanzaron la alerta que este taller alfarero ha sido destruido casi en su totalidad, “por personas que se han posesionado en la zona sin ningún respeto por el patrimonio y sin considerar la intangibilidad del lugar”.

 

A fin de constatar los hechos, hasta el lugar llegaron los arqueólogos José Bonilla y Alindor Rojas, quienes, acompañados por la Policía de Pósope Alto, vieron in situ el irreparable daño hecho a nuestro patrimonio cultural, que será difícil de recuperar, debido al uso de maquinaria pesada para nivelar el suelo.

 

Según Francisco Díaz, en el lugar todavía quedan algunas evidencias culturales “como recintos, las casas donde vivieron nuestros antepasados que podemos salvar. Ahora queda que el Ministerio de Cultura, junto con la Municipalidad de Pátapo coloquen paneles para que no sigan destruyendo nuestra historia en Pampas de Burros”.

 

En 1991 trabajos de prospección arqueológica de un grupo de investigadores liderados por Harmut Tschauner, lograron identificar en la zona de Pampa de Burros a menos de un kilómetro del poblado de La Cría, circunscripción del distrito de Pátapo, un taller de alfarería Chimú.

 

El hallazgo revistió gran importancia por ser el único taller alfarero de la época encontrado en los valles de Lambayeque. Antes se habían identificado talleres textiles y metalúrgicos, pero no con las características de este.

 

En 1992, se amplió el trabajo arqueológico lográndose identificar unos 35000 fragmentos de cerámica y otros, así como estructuras que corresponden a un horno mayor, sitios habitacionales, una plaza semi hundida rodeadas de cuartos y otros. Todas ellas en la margen derecha del antiguo canal Taymi.

 

Según denuncia Francisco Díaz, “a pesar de ser una zona intangible, ha sido invadido para venta de lotes de terreno”. Por ello su preocupación y pedido a las autoridades a fin de que se coloquen paneles para señalar la intangibilidad de la zona y su protección.